lunes, 15 de febrero de 2010

CONCLUSIONES DEL FORO CRISTIANO-MUSULMÁN





CIUDAD DEL VATICANO, 7 NOV 2008 (VIS).-Ayer por la tarde se hizo pública la declaración final de los participantes en el primer Seminario del Foro Católico-Musulmán, que se celebró del 4 al 6 de noviembre en Roma y cuyo tema fue: “Amor a Dios, amor al prójimo”.

Los 24 participantes y cinco consejeros de cada religión discutieron en estos días sobre dos grandes temas: “Fundamentos Teológicos y Espirituales” y “Dignidad Humana y Respeto Mutuo”. “Los puntos de semejanza y de diversidad reflejaron el distinto genio específico de las dos religiones”, se lee en la declaración.

1. “Para los cristianos la fuente y el ejemplo de amor de Dios y al prójimo son el amor de Cristo hacia su Padre, hacia la humanidad y hacia cada persona. (…) El amor al prójimo no puede separarse del amor a Dios, porque es una expresión de nuestro amor hacia Dios. (…) Profundamente enraizado en el amor expiatorio de Cristo, el amor cristiano es misericordioso y no excluye a nadie; esto también incluye a los propios enemigos”.
“Para los musulmanes, (…) el amor es un poder eterno trascendente que dirige y transforma el respeto humano mutuo. Este amor, como indicó el Profeta Santo y Amado Mahoma, es anterior al amor humano hacia el Dios Verdadero”.
2. “La vida humana es el regalo más precioso de Dios a cada persona. Por lo tanto debería ser preservada y honrada en todas sus etapas”..
3. “La dignidad humana deriva del hecho de que cada persona ha sido creada por un Dios que ama. (…) La persona requiere el respeto de su dignidad original y su vocación humana. Por lo tanto, él o ella tienen derecho al reconocimiento pleno de su identidad y libertad por parte de individuos, comunidades y gobiernos, apoyados por una legislación civil que asegure la igualdad de derechos y la plena ciudadanía”.
4. “Afirmamos que la creación de la humanidad por parte de Dios tiene dos grandes aspectos: la persona humana, la masculina y la femenina, y nos comprometemos conjuntamente a asegurar que la dignidad humana y el respeto se extienda hacia una igualdad básica entre hombres y mujeres”.
5. “El amor genuino al prójimo implica el respeto de la persona y a sus opciones en asuntos de conciencia y religión. Esto incluye el derecho de individuos y comunidades para practicar su religión en privado y en público”.
6. “Las minorías religiosas tienen derecho a ser respetadas en sus propias convicciones y prácticas religiosas. También tienen derecho a sus propios lugares de adoración, y sus figuras y símbolos fundamentales que consideran sagrados no deberían ser sujetos a ninguna forma de burla o ridículo”.
7. “Como creyentes católicos y musulmanes, somos conscientes de la necesidad y el deber de testimoniar la dimensión trascendente de la vida, a través de una espiritualidad alimentada por la oración, en un mundo cada vez más secularizado y materialista.
8. “Afirmamos que ninguna religión ni sus seguidores deberían ser excluidos de la sociedad. Cada uno debería ser capaz de aportar su contribución indispensable al bien de la sociedad, sobre todo en el servicio al más necesitado”.
9. “Reconocemos que la creación de Dios en su pluralidad de culturas, civilizaciones, lenguas y pueblos es una fuente de riqueza y por lo tanto nunca debería convertirse en causa de tensión y conflicto”.
10. “Estamos convencidos de que católicos y musulmanes tienen el deber de proporcionar una sana educación en valores humanos, cívicos, religiosos y morales a sus miembros respectivos y promover información exacta sobre las distintas religiones”.
11. “Creemos que católicos y musulmanes estamos llamados a ser instrumentos de amor y armonía entre creyentes, y para la humanidad en general, renunciando a cualquier tipo de opresión, violencia agresiva y terrorismo, sobre todo cuando se llevan a cabo en nombre de la religión, y manteniendo el principio de justicia para todos”.
12. “Apelamos a los creyentes a que trabajen por un sistema financiero ético en el cual los mecanismos reguladores tengan en cuenta la situación de los pobres y desheredados, tanto individuos, como naciones endeudadas. Apelamos al primer mundo a tener en cuenta la grave situación de aquellos afligidos más gravemente por la actual crisis en la producción de alimentos y su distribución, y pedimos a los creyentes de todas las religiones y a las personas de buena voluntad que trabajen juntos para aliviar el sufrimiento de los hambrientos, y eliminar sus causas.
13. “Los jóvenes son el futuro de las comunidades religiosas y de las sociedades en su conjunto. Vivirán cada vez más en sociedades multiculturales y multirreligiosas. Es esencial que sean bien formados en sus propias tradiciones religiosas y bien informados sobre otras culturas y religiones”.
14. “Estamos de acuerdo en explorar la posibilidad de establecer un comité permanente católico-musulmán para coordinar respuestas a conflictos y otras situaciones de emergencia”.
15. “Esperamos con ilusión el segundo Seminario del Foro Católico musulmán, que será convocado aproximadamente dentro de dos años en un país de mayoría musulmana aún por determinar”.

La declaración termina afirmando: “todos los presentes expresaron su satisfacción por los resultados del Seminario y sus expectativas de un diálogo productivo ulterior”.OP/DECLARACION CATOLICOS:MUSULMANES/… VIS 081107 (860)
La declaración final reconoce la libertad religiosa y la igual dignidad de hombre y mujer
Gran éxito de la primera reunión del Foro católico-musulmánLa primera reunión del “Foro católico-musulmán”, celebrado en Roma del 4 al 6 de noviembre, concluyó con una declaración final que iba más allá de las formalidades al uso en este tipo de encuentros.
El texto firmado contiene, en efecto, algunos objetivos, como el reconocimiento de la libertad religiosa y de la igual dignidad entre el hombre y la mujer, que son de cierto calibre si se piensa en lo que ocurre en buena parte del mundo islámico.
Aceprensa - 13-11-08
El I Foro Católico-Musulmán ha tenido un gran éxito
La idea de celebrar un Foro católico-musulmán surgió a raíz de la carta abierta con la que un grupo de intelectuales musulmanes respondió al discurso del Papa en la Universidad de Ratisbona del 12 de septiembre de 2006. Los 138 firmantes de la carta, a los que luego se sumarían otros ciento cuarenta, aceptaron dialogar sobre el reto de fondo que planteaba el Papa en su discurso: reconocer que la relación con lo trascendente implica la razón y excluye la violencia.Benedicto XVI acogió la propuesta de diálogo, que se concretó en esta primera reunión en la que participaron veinticuatro delegados por ambas partes, más cinco expertos por cada lado. La delegación musulmana, presidida por Mustafá Ceric, gran muftí de Sarajevo, representaba a intelectuales de 43 países e incluía a todas las tendencias del islam. La delegación católica estuvo dirigida por el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso.Los participantes, que fueron recibidos también por el Papa, debatieron sobre el tema “Amor a Dios, amor al prójimo”, que dividieron en dos apartados: fundamentos teológico-espirituales, y dignidad humana y respeto mutuo. El diálogo, por tanto, no se limitó a aspectos genéricos, ni a las diferencias entre el catolicismo y el islam, que son evidentes.Lo significativo es que se abordaron cuestiones como el respeto por la vida y la dignidad de toda persona, la libertad de conciencia, la igual dignidad entre hombres y mujeres, el rechazo de la discriminación por motivos religiosos, el derecho a practicar la propia religión en público y en privado, la condena de la violencia. Esos y otros temas integran los quince puntos de la declaración final firmada por ambas partes.Hay que precisar que el Foro no tiene en sí ninguna autoridad y por tanto sus conclusiones no son vinculantes. Además, en el mundo musulmán, como se sabe, no hay una autoridad común en el ámbito religioso. Así pues, el valor de la reunión y de la declaración final es solamente simbólico, basado en el prestigio de sus participantes. Su eficacia está en su difusión, en que ayude a crear un nuevo clima cultural, una nueva mentalidad, en ambientes religiosos, culturales y educativos.El diálogo entre católicos y musulmanes tiene una larga tradición. El “Foro católico-musulmán” representa un paso más, tal vez uno de los más significativos de los últimos. Y el hecho de que ya se haya programado otro encuentro para dentro de dos años –en un país de mayoría musulmana todavía por concretar– significa que en las intenciones de los promotores no se trata de un acontecimiento aislado

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