La semana pasada por problemas "tecnológicos" de nuestro blog, no pudimos anunciar la conferencia del Prof. Francisco Alarcos y para reparar un poco ese fallo, damos ahora unas pinceladas de su comunicación que fue espléndida.
Nos habló en primer lugar de los"sistemas anónimos de confianza" S.A.C.
en los que todos estamos envueltos: sistema de transportes, de sanidad, de alimentación, sistema bancario etc, etc, y en los que tenemos fe. Si el sistema quiebra viene la crisis.
Y todos, todos esos sistemas tienen un soporta técnico.
¿Consecuencias en la vida cotidiana?
1ª Han generado dependencia. Algo paradójico, nos creemos más libres y hemos caído en la dependencia.
2ª Esos sistemas nos piden o les prestamos fe, porque son útiles. Los SAC están en la lógica de la utilidad.
(Dios no es un SAC porque no es útil, es valioso pero inútil)
En la lógica de los SAC sólo se aprecian los valores útiles y no los de gratuidad.
Para ellos valor = utilidad
La gratuidad es gracia, don, servicio.¿Cómo situarse ante esta realidad?
La influencia de las tecnologías puede cargarse el "rostro real" y eso es preocupante; las redes tratan con seres virtuales.
Además las redes están propiciando que no se olvide nada, porque la huella digital es imborrable y expuesta. Puede condenar a no crecer porque nos atrapa en lo que escribimos (en el pasado) y de lo cual no se puede salir.
Hay que procurar estar en esta sociedad pero no entrar en lo que no se puede borrar.
Esta tecnología no sólo elimina el rostro real, sino que elimina también el sufrimiento del otro... están apareciendo generaciones indiferentes al dolor del otro, no se dejan afectar.
Con la información podemos tener más criterios pero hay que hacer una criba, no todo es válido. Hay que saber aprovecharla pero poniendo límites.
Las redes pueden propiciar actos democráticos, como derrocar a un gobierno, pero eso
no quiere decir que se haya conseguido un espíritu democrático.
Tanta información nos va a obligar a racionalizar el consumo de información. Hay que acotar. Generarse límites.
Recuperar el valor de la palabra real.
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