viernes, 6 de septiembre de 2013

Final de la encíclica LA LUZ DE LA FE: LA FE DE MARÍA

Bienaventurada la que ha creído

En la parábola del sembrador, San Lucas nos ha dejado estas palabras con las que Jesús explica el significado de la “tierra buena” Son los que escuchan la Palabra con el corazón noble y generoso, y la guardan y dan fruto con perseverancia (Lc 8,15) 

MARÍA ESCUCHA LA PALABRA
En el contexto del Evangelio de Lucas, la mención del corazón noble y generoso, que escucha y guarda la Palabra, es un retrato implícito de las fe de la Virgen María. El mismo evangelista habla de la memoria de María, que conservaba en su corazón todo lo que escuchaba y veía, de modo que la Palabra diese fruto en su vida. La Madre del Señor es icono perfecto de la fe, como dice santa Isabel: “Bienaventurada la que ha creído” (Lc 1,45)



Por último “Nos dirigimos en oración a María, madre de la Iglesia y madre de nuestra"

DEJARNOS TOCAR POR SU AMOR
¡Madre, ayuda nuestra fe!

Abre nuestro oído a la Palabra, para que reconozcamos la voz de Dios y su llamada.

Aviva en nosotros el deseo de seguir sus pasos, saliendo de nuestra tierra y confiando en su promesa.


Ayúdanos a dejarnos tocar por su amor, para que podamos tocarloen la fe.


Siembra en nuestra fe la alegría del Resucitado.





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