miércoles, 5 de marzo de 2014

CÁTEDRA PEDRO POVEDA

SALAMANCA. España.
"Esperanzas y desesperanzas en la sociedad actual", es el título del nuevo libro de la Cátedra Pedro Poveda de la Universidad Pontificia de Salamanca, que ha sido coordinado por Mª Jesús González Garmedia.


El libro recoge reflexiones de José Luis Segovia Bernabé, director del Instituto Superior de Pastoral, UPSA, Madrid; Oscar Mateos Martín, profesor en la Facultad de Educación Social y Trabajo Social Pere Tarrés, Universidad Ramón Llull, de Barcelona; Fernando Díaz Abajo, director del Departamento de Pastoral Obrera, de la Conferencia Episcopal Española; Mª del Mar Palacios Córdoba, directora de la Fundación InteRed. Es la novena publicación de la colección Cátedra Poveda, de la Universidad Pontificia de Salamanca.



A finales del año 2013 tuvo lugar la presentación del libro en el auditorio del Colegio Mayor Padre Poveda de Madrid, en la que participaron Miguel Anxo Pena González , profesor de la Facultad de Teología de la UPSA, delegado por la Universidad para la Cátedra Pedro Poveda; Loreto Ballester Reventós, representante de la Institución Teresiana en la Cátedra; Inmaculada Delgado Jara, directora del Servicios de Publicaciones de la UPSA; y José Luis Segovia Bernabé, director del Instituto Superior de Pastoral, UPSA, Madrid.

En la presentación Miguel Anxo, valoró la idea de "recuperar valores y visiones que merecen la pena y que reflejan la tarea de la Cátedra Pedro Poveda desde hace 13 años”. Recordó que la Cátedra ofrece "aproximarnos a la figura siempre actual de Pedro Poveda, preocupado ampliamente de proyectar una sociedad y un pensamiento abierto, culto y fidedigno. No se planteaba un discurso cerrado o acabado, sino un discurso humano y cristiano, que fuera capaz de crear conciencia. Anxo sugirió el reto de iniciar un grupo de "amigos de la Cátedra Pedro Poveda".

0226-2José Luis Segovia, uno de los autores del libro, dijo que en la actualidad era importante potenciar la dimensión teologal de la esperanza: "Pequeñas esperanzas que nos permiten mantener la ilusión y el optimismo". Para ello es necesario desarrollar las actitudes que posibiliten descubrir signos de esperanza, agregó. Habló de la fe como un "gigantesco depósito de esperanza, como esa llave del tesoro para saber vivir. Ese plus de sentido en la intrahistoria, que al tiempo nos regala la cuota de utopía necesaria". Recordó las actitudes de ternura y cariño del papa Francisco y su rechazo a un "sistema económico que mata" porque excluye o desecha personas.

Señaló algunas "pequeñas esperanzas que nos motivan a ser motor del cambio". Hemos pasado del fin de la historia al principio de incertidumbre... (hoy se buscan personas que gestionen y soporten bien situaciones de incertidumbre). Ello nos permite reconocer a la religión como motor de sentido...
Aprender a vivir a la imtemperie y confiar en la providencia nuevamente. El papa Francisco nos está ayudando en este sentido.

La emergencia y el despertar de la sociedad civil. Todos somos responsables de todos. Ante la crisis de respuesta del estado y del mercado, surgen respuestas del tercer actor, la sociedad civil: Muchos migrantes siguen enviando remesas a sus países. Ancianos que han ido sacando adelante sus hijos y ahora a sus nietos.

La esperanza eclesial, hemos pasado del invierno a la primavera del papa Francisco... Probablemente en la historia hay momentos de más pesimismo u optimismo... Ahora estamos más esperanzados. Había cierta atonía, cierto recargo. El efecto Francisco levanta nuestra esperanza. El Papa significa el corazón del sur en el norte (en sí mismo relevante) Esta sabiendo aunar signos y palabras como hacia Jesús.
La politización de la cotidianidad. Nos habíamos acostumbrado a un individualismo tremendo. Ahora en cambio estamos más sensibilizados. Tomarnos en serio el bien común. Están surgiendo nuevos actores sociales, herederos de las asociaciones de vecinos de los años ´70, nuevos movimientos sociales. También se da este fenómeno con el uso de tecnologías de la información y la comunicación.

Jose Luis Segovia también valoró la necesidad de desarrollar algunas actitudes, tales como: Hacer una lectura creyente de la vida y de la actualidad para descubrir los anhelos de la humanidad como lugares de Dios. No se puede vivir de espaldas al sufrimiento humano. El conocimiento de Dios es practicar la justicia. Reconocer que el lugar natural de la esperanza es aquel donde hay razones para esperar.

La esperanza se cultiva con otros. Hay que superar visiones localistas e individualistas. La globalización y la tecnología son también apuntes para la esperanza. El otro, el diferente puede aportarme algo. El otro es posibilidad para tener esperanza.

Educar la mirada sobre el mundo, una mirada amable porque es la mirada de Dios, "y vio Dios que era bueno"... Necesitamos una mirada amable sobre el mundo y sobre los seres humanos. Tenemos mucho de hijos de Dios, el principio de perfectividad humana, nacemos abiertos al sueño de Dios que se empuja con la esperanza. Y que no se nos olvide, concluyó José Luis Segovia, que el cristianismo nace en la cruz.

Inmaculada Delgado Jara recordó los inicios de la Cátedra y valoró el esfuerzo que ha supuesto publicar nueve volúmenes con temáticas tan diferentes que abarcan desde espiritualidad hasta los avances actuales en cuestiones sociales y científicas.

Loreto Ballester al cerrar el acto dijo que "la esperanza es difusiva, sobre todo en ambientes formativos que hay que cuidar. Citó a Pedro Poveda y a Josefa Segovia como vigías de ambientes formativos. La Cátedra Pedro Poveda, señaló, se preocupa por la formación y por ofrecer formación. También apuesta por un trabajo en red. Anunció los programas de colaboración con la pastoral universitaria de Málaga y con las jornadas de Lectura Creyente de la realidad que lleva adelante el Instituto de Pastoral de la UPSA en Madrid.

El libro "Esperanzas y desesperanzas en la sociedad actual", se puede conseguir en las librerías especializadas que distribuyen las publicaciones de la Universidad Pontificia de Salamanca; en la librería de la universidad.

También se puede conseguir en el Centro de Espiritualidad Santa María de Los Negrales, en Alpedrete, Villalba, próximo a Madrid.

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