GRACIAS LOLI
LA IMPUNIDAD DE LOS CORRUPTOS,
PROBLEMA POLÍTICO… Y RELIGIOSO
José M.
Castillo
Es evidente
que el importante triunfo del PP, en las recientes elecciones generales, ha
llamado la atención y ha sorprendido – por inesperado – a los españoles y a
cuantos conocen lo que viene ocurriendo en España en los últimos años.Un país
que no solo soporta la corrupción, sino que además vuelve a elegir
mayoritariamente a quienes han gestionado una fuente fecunda de corruptos, es
por eso mismo un país en el que la percepción de impunidad se hace más patente.
Una sociedad que elige, por notable mayoría, al partido que ha sido una fuente
importante de corrupción, es una sociedad que antepone otros valores a la
honradez ética. Y también a la honestidad religiosa. Porque, a fin de cuentas,
lo que en una sociedad así, se le dice a la gente corrupta es que siga robando.
Porque aquí, “señores”, se puede robar impunemente. No pasa nada.
Así las
cosas, lo primero que se me ocurre es que, para una notable mayoría de
españoles, es más importante en la vida la seguridad que la honradez. Por tener
seguridad, no me importa que se sigan cometiendo los disparates y las
injusticias que se han cometido en los últimos años. Lo que representa, como es
lógico, un problema político importante. Pero también es esto un problema
religioso más grave de lo que algunos, seguramente sin darse cuenta, se
imaginan. Nos importa y nos preocupa más el propio bienestar que el sufrimiento
de los demás. Lo que evidentemente nos sitúa en los antípodas del Evangelio.Y
esto, para un cristiano, es un asunto grave, muy grave. Si es que la vida y las
enseñanzas de Jesús representan algo en nuestras vidas.
No digo
estas cosas por motivos políticos partiditas. No pretendo ni atacar a la
derecha ni defender a la izquierda. Ni siquiera pretendo insinuar que lo mejor
es el centro. Defiendo a los que se ven peor tratados en esta sociedad, los que
sonlas víctimas de los corruptos.
Por lo
demás,debo destacar que la corrupción no se resuelve cargando las conciencias
con motivaciones religiosas. Tales motivaciones, ayudan a quienes tienen
creencias religiosas. Pero en el conjunto de la sociedad son insuficientes. ¿Qué
hacer, por tanto?
Es urgente
revisar a fondo determinados supuestos del Derecho vigente. En concreto: 1) Suprimir
la prescripción de los delitos de corrupción, cometidos por cargos de la
administración pública. 2) El delito de robar dinero de la administración
pública se perdonará solamente devolviendo el dinero robado. 3) Suprimir el
aforamiento de cargos públicos. 4) Reducir al mínimo posible el privilegio de
los gobernantes para designar, a dedo, cargos de la administración pública.
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